Me perdí en el
paisaje
de colores
maravillosos.
La tarde caía
con un sol rojo, azulado y amarillento.
Mientras
caminaba bajo la arboleda desojada, como mi alma…
El camino era
tan largo que se perdía como el sol en el infinito cielo.
Recordaba tus
ojos tan negros como la noche.
Tu mano que
nunca me soltaba.
Suelo tenerte en
mis memorias, nostalgia que llega sin que la llame.
¡Qué bello
atardecer!
Que largo es el
camino sin ti,
pero lo transito
mientras las fuerzas del aire entran por mi cuerpo, se esparce y me dan vida.
ALASBLANCAS
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