Segundo Lugar en Ronda 7 Cuentos Cortos
Cuento Nº7: La esperanza que no fue… de
Silvia Mirta
Ella leía un libro mientras la tarde se iba poniendo
gris. De pronto, se fue acercando hacia la ventana y a lo
lejos, casi cerca del portón de entrada, pudo ver las luces de
un auto.
Alguien bajaba con una maleta, reconoció
a un hombre alto con un tapado y un sombrero antiguo. Se fue acercando cada vez
más por el camino y preguntó:
-Disculpe… ¿A quién busca?-
Él sorprendido respondió:
-¡Buenas tardes señora!, estoy buscando a María Eugenia-
Ella le responde:
-Soy yo-. Aunque por dentro se preguntaba quién era éste
señor y para qué la buscaba.
La tarde se perdía entre un gris oscuro y el sol por el
horizonte, el cual no la dejaba verlo muy bien. Siguió unos cuantos pasos y él
se saca su sombrero y ella se queda tiesa, le corrió una ráfaga de
viento por su cuerpo que le levantó su falda y no atinó ni a bajarla. Él se ríe
y le dice:
-¿Ahora te acuerdas de mí?-. Era Ignacio su primer novio,
al cual hacía tiempo que no veía.
Lo invito a pasar y mantuvieron una larga charla. Él le
comentó que estaba trabajando en unas cobranzas cerca de su casa y entonces
decidió pasar a verla.
Ella le dijo:
-¡Hiciste bien!, estoy tan sola en este caserón desde la
partida de mi marido y hay tantas habitaciones vacías...-
Ignacio notó que María estaba tan desvalida y continuaron
con esa rica charla variada acompañada de unos exquisitos cafés. Ya anochecía y
María, por cortesía, lo invitó a quedarse a cenar y a dormir, él de muy buen
agrado le dijo que sí.
Ella contenta se dispuso a hacer una rica cena, acomodo
en la mesa unas lindas velas, miro que nada faltara, estuvo presente en cada
detalle mientras le dijo a él que si quería se podía dar un baño y descansar un
poco hasta que la comida este lista.
Volvió a mirar por la ventana, la noche era perfecta
acompañada de una hermosa luna brillante. María sonrío y se dio cuenta que esto
era real, que posiblemente tenía unas esperanzas.
Cuando todo estaba dispuesto, lo llamó a Ignacio,
cenaron, charlaron del pasado y ya cansados se despidieron. Cada uno se fue a
su habitación.
Ella dio mil vueltas en la cama y se durmió muy tarde,
casi de madrugada, por eso se despertó algo tarde, se levantó muy avergonzada,
arreglo su pelo negro, pinto sus labios rojos y salió apurada. Había un gran
silencio en la casa, golpeó en la habitación de Ignacio y él nunca contestó.
Entonces, se animó a entrar y la cama estaba tendida. María azorada salió hasta
las calles y todo estaba vacío. Bajó la cabeza y volvió
despacio hacia su casa, se sentó, tomo un café.
De pronto sonó el teléfono, era una de sus amigas:
-¡Hola María! No sabes…tengo un chisme para ti-
María responde:
-Yo también amiga-
Entonces su amiga le comenta:
-¿Te acordás de tu ex novio en la adolescencia?-
-Si- Dijo María.
-Bueno, murió anoche. Me acaba de contar Alicia.-
María totalmente desorientada le responde:
-¿Eh? Eso no puede ser, si él anoche estuvo aquí, junto a
mí, en mi casa.-
Su amiga preocupada le dice:
-No María, no puede ser. Él murió en un accidente…-
-¿Cómo fue? ¿A qué hora? ¿Dónde?- Le pregunta María con voz
angustiada.
Su amiga le responde:
-Fue camino a Córdoba, viajaba junto a su familia…
María sin palabra alguna, cortó el teléfono, se sentó y
lloro sin comprender porque otra vez la muerte le había jugado semejante pasada…