miércoles, 20 de febrero de 2013

La esperanza que no fue

Segundo Lugar en Ronda 7 Cuentos Cortos
Cuento Nº7: La esperanza que no fue… de Silvia Mirta

Ella leía un libro mientras la tarde se iba poniendo gris. De pronto, se fue acercando hacia la ventana y a lo lejos, casi cerca del portón de entrada, pudo ver las luces de un auto.
Alguien bajaba con una maleta, reconoció a un hombre alto con un tapado y un sombrero antiguo. Se fue acercando cada vez más por el camino y preguntó:
-Disculpe… ¿A quién busca?-
Él sorprendido respondió:
-¡Buenas tardes señora!, estoy buscando a María Eugenia-
Ella le responde:
-Soy yo-. Aunque por dentro se preguntaba quién era éste señor y para qué la buscaba.
La tarde se perdía entre un gris oscuro y el sol por el horizonte, el cual no la dejaba verlo muy bien. Siguió unos cuantos pasos y él se saca su sombrero y ella se queda tiesa, le corrió una ráfaga de viento por su cuerpo que le levantó su falda y no atinó ni a bajarla. Él se ríe y le dice:
-¿Ahora te acuerdas de mí?-. Era Ignacio su primer novio, al cual hacía tiempo que no veía.
Lo invito a pasar y mantuvieron una larga charla. Él le comentó que estaba trabajando en unas cobranzas cerca de su casa y entonces decidió pasar a verla.
Ella le dijo:
-¡Hiciste bien!, estoy tan sola en este caserón desde la partida de mi marido y hay tantas habitaciones vacías...-
Ignacio notó que María estaba tan desvalida y continuaron con esa rica charla variada acompañada de unos exquisitos cafés. Ya anochecía y María, por cortesía, lo invitó a quedarse a cenar y a dormir, él de muy buen agrado le dijo que sí.
Ella contenta se dispuso a hacer una rica cena, acomodo en la mesa unas lindas velas, miro que nada faltara, estuvo presente en cada detalle mientras le dijo a él que si quería se podía dar un baño y descansar un poco hasta que la comida este lista.
Volvió a mirar por la ventana, la noche era perfecta acompañada de una hermosa luna brillante. María sonrío y se dio cuenta que esto era real, que posiblemente tenía unas esperanzas.
Cuando todo estaba dispuesto, lo llamó a Ignacio, cenaron, charlaron del pasado y ya cansados se despidieron. Cada uno se fue a su habitación.
Ella dio mil vueltas en la cama y se durmió muy tarde, casi de madrugada, por eso se despertó algo tarde, se levantó muy avergonzada, arreglo su pelo negro, pinto sus labios rojos y salió apurada. Había un gran silencio en la casa, golpeó en la habitación de Ignacio y él nunca contestó. Entonces, se animó a entrar y la cama estaba tendida. María azorada salió hasta las calles y todo estaba vacío. Bajó la cabeza y volvió despacio hacia su casa, se sentó, tomo un café.
De pronto sonó el teléfono, era una de sus amigas:
-¡Hola María! No sabes…tengo un chisme para ti-
María responde:
-Yo también amiga-
Entonces su amiga le comenta:
-¿Te acordás de tu ex novio en la adolescencia?-
-Si- Dijo María.
-Bueno, murió anoche. Me acaba de contar Alicia.-
María totalmente desorientada le responde:
-¿Eh? Eso no puede ser, si él anoche estuvo aquí, junto a mí, en mi casa.-
Su amiga preocupada le dice:
-No María, no puede ser. Él murió en un accidente…-
-¿Cómo fue? ¿A qué hora? ¿Dónde?- Le pregunta María con voz angustiada.
Su amiga le responde:
-Fue camino a Córdoba, viajaba junto a su familia…
María sin palabra alguna, cortó el teléfono, se sentó y lloro sin comprender porque otra vez la muerte le había jugado semejante pasada…


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