El fue desabrochando boton por boton ,
suavemente besando y acariciando su piel de durazno.
La noche estaba muy fría, el fuego de la chimenea vieja de piedra ardía y chispeaba.
Una luz tenue dejaba percibir los cuerpos que se mecían entre besos y
abrazos, el frío no se sentía, solo su pasión descontrolada,
explotaban como las chispas del fuego de esos troncos rojos.
Los amantes se encontraban solo los martes ,la cita era en la cabaña alejada de la ciudad a las 22 .00 horas.
Cada Martes solo desnudaban sus cuerpos sin mirar sus ojos en silencio hambrientos de sexo...
Alasblancas 2017
Se reservan los derechos del auto
No hay comentarios:
Publicar un comentario